jueves, 25 de abril de 2013

Camarada, Ameliach, la muerte se monta en camioneta, ¿qué hacemos para evitarlo?



El día martes 23 de abril, mes de victorias revolucionarias, precisamente a 9 días de haber ganado la Presidencia con el camarada Nicolás Maduro, estando en la Av. Bolívar Norte, la principalísima de Valencia, siendo casi las 05:00 pm, hora pico, fui sorprendido por un aglomerado de gente en la vía norte-sur que está frente al Ateneo de Valencia; qué habrá pasado, me pregunté, al acercarme encontré la triste respuesta: un muchacho (24 años) tirado en el pavimento, al parecer sin signos vitales, confirmada la muerte más tarde; la causa, un gesto de solidaridad humana suyo, al ver a unos tipos que se habían montado unas cuadras antes, con la intención de robar a una dama que venía de pasajera en una camionetica, en fracción de minutos, se le convirtió en una golpiza mortal, tratando de evitar el hecho. 

Los tipos, también jóvenes, delincuentes y asesinos, seguramente persuadidos por la voraz cultura de la violencia impuesta y vertida como un mecanismo aparentemente fácil y rápido, para obtener los bienes materiales que constantemente les son exhibidos a nuestros muchachos por todos los medios comerciales, pero, en el camino de conseguirlos, sin escrúpulos, los lleva hasta matar sin misericordia.

Este y los demás hechos delictivos, acrecentados en un índice inaceptable, tiene que tocarnos las fibras humanas a todos, pero fundamentalmente a las autoridades del Estado en sus tres instancias, por cuanto éstos tienen no solo los recursos constitucionales, legales, logísticos, personal humano y capacidad técnica, sino, en materia de seguridad ciudadana, tienen la responsabilidad estatal conferida por el Pueblo, asumida y jurada por ellos. Si pensamos en lo contrario, es decir, que la responsabilidad es de los padres, de los consejos comunales o cualquier otra instancia del Pueblo o la sociedad simplemente, entonces, tienen que darles a los ciudadanos, las herramientas necesarias, las armas, puesto que, con ese carácter de crueldad con que actúan los delincuentes, no queda otra alternativa que utilizarlas, lo que nos llevaría a una guerra, esa sí, de Pueblo contra Pueblo; mientras, los enemigos, esperando que la muerte de apodere de todos los espacios, vendrán por los que sobrevivan, para hacer que se les imponga la esclavitud como sistema económico y político que les genere las ganancias acostumbradas.  

Gobernador, Ameliach, usted sabe que esta situación de la delincuencia fue una las escusas utilizadas por la oposición, para justificar sus ataques contra nuestro proceso, cuestión que, seríamos muy ingenuos en lo contrario, no debemos eludir, pues, así como lo reconoce el ahora Presidente Nicolás Maduro, su gobierno tiene que revisar las políticas en materia de seguridad ciudadana, porque no basta la mediática anunciando planes o moviendo piezas, cuando no se toca la sensación colectiva de inseguridad, que en un alto grado de paranoia, completamente justificado, así como en otros espacios, los usuarios del transporte de pasajeros, sentimos, al abordar una unidad que en cualquier momento, que se montará un acompañante indeseado, tal como le ocurrió al infortunado joven la tarde del 23 de abril.

Abg. Gustavo Vásquez

Tomado de Paz con Dignidad

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