jueves, 18 de abril de 2013

Obama y un senador republicano recibieron una carta con ricina


 

Cartas con el veneno ricina fueron enviadas al presidente estadounidense, Barack Obama, y a un senador republicano, informó hoy el FBI con el país en alerta, mientras las autoridades investigan los atentados con bombas que esta semana mataron a tres personas durante el maratón de Boston.

Al caer la noche, horas después de que el FBI diera la noticia sobre las cartas a Obama y al senador republicano Roger Wicker, la cadena CNN informó que una persona fue detenida por su presunta relación con las misivas, pero la información no fue confirmada oficialmente.

La cadena de noticias, que citó a dos fuentes de seguridad, afirmó que el arresto se realizó en Tupelo, la ciudad del estado de Mississippi donde nació Wicker, pero no dio más detalles.

Ambas cartas contenían el mismo mensaje, según el FBI. "Ver una falta y no exponerla es convertirse en un cómplice silencioso de su continuación", escribió el autor de las misivas, firmadas las dos veces con la frase: "Soy KC y apruebo este mensaje".

Las cartas tenían fecha del 8 de abril y fueron selladas en Memphis, estado de Tennessee, dijo el FBI.

Mientras la policía del Congreso estadounidense investigaba hoy al menos otros tres paquetes sospechosos, el FBI informó que no tenía indicios que conectaran las dos cartas con el atentado con dos bombas del lunes pasado el el maratón anual de Boston, que además de tres muertos provocó más de 170 heridos.

Sin embargo, la noticia que dos cartas impregnadas con un veneno fueron enviadas a la Casa Blanca y a oficinas pertenecientes al Senado estadounidense encendió todo tipo de alarmas y elevaron la tensión ya existente.

El veneno ricina es una substancia altamente tóxica y mortal, y no se conoce ningún antídoto para revertir su efecto.

En 1978 este veneno fue utilizado para asesinar al líder disidente búlgaro Georgi Markov en Londres.

El asesino simplemente pinchó a su víctima con la punta de un paraguas embebido en ricina. Markov murió cuatro días después.

El atentado de Boston y la revelación sobre las cartas ocurrieron en momentos en que el Congreso estadounidense se apresta a debatir dos proyectos de ley que exasperan a la derecha del país: un mayor control en la venta de armas y una reforma migratoria para regularizar a millones de indocumentados.

El lunes, horas después de que dos bombas explotaran en Boston, el director de cine Michael Moore envió varios mensajes a través de su cuenta de Twitter en los que insinuó que la derecha radical estadounidense, en particular simpatizantes del movimiento proarmas y antiimpuestos Tea Party, estuvo detrás del atentado.

Moore recordó que "la última milla del Maratón de Boston había sido dedicada a las víctimas de la escuela de Newtown", la masacre de finales del año pasado que impulsó al presidente Obama a anunciar en enero pasado un paquete de medidas para reforzar los controles sobre la venta de armas al público en general.

Luego Moore agregó que el atentado de Boston coincidía con el Día de los Impuestos y el Día de los Patriotas, y además esta semana es el aniversario de las masacres de la escuela secundario Columbine -en la que Moore basó su documental sobre el negocio de las armas en Estados Unidos-, y de la universidad Virginia Tech.

La lista del cineasta continúa con el aniversario del atentado de la ciudad de Oklahoma de 1995, cometido por un ciudadano estadounidense, la invasión de Bahía de Cochinos contra Cuba y la masacre de Waco, en Texas, contra el grupo religioso conocido como La Rama de los Davidianos.

El FBI se negó a hablar sobre posibles sospechosos y por ahora sólo confirmó que las cartas enviadas ayer a la Casa Blanca y a la oficina del senador Wicker "contenían una sustancia en granos que, en las pruebas preliminares, ha dado positivo para ricina".

La confirmación definitiva sobre el contenido aún tardará "entre 24 y 48 horas", advirtió la agencia federal.

Wicker fue uno de los senadores republicanos que se "rebeló" la semana pasada frente a la dirección de su partido y votó a favor de abrir el debate sobre un mayor control en la venta de armas.

Mientras que el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, informó hoy que las actividades de Obama no fueron afectadas, algunos edificios aledaños al Capitolio que pertenecen al Senado fueron cerrados durante varias horas hasta que la policía analizó al menos tres paquetes sospechosos y descartó una nueva amenaza.

"Todos los resultados fueron negativos", informó la Policía del Capitolio.

La alerta encendida en la capital estadounidense se expandió rápidamente al resto del país.

Por la tarde, dos senadores denunciaron haber recibido cartas sospechosas en sus oficinas en los estados de Michigan y Arizona.

El senador demócrata Carl Levin, presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas, informó que sus colaboradores en Michigan, su estado natal, habían recibido una "carta sospechosa" y que ya se habían comunicado con las autoridades para que investiguen.

Al mismo tiempo, un miembro del equipo de Arizona del senador republicano Jeff Flake realizó un anunció similar.

Las autoridades de ese estado ya descartaron que existiera una sustancia peligrosa. (Infobae.com)

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