jueves, 18 de abril de 2013

La CIA identifica las voces de terroristas con 'software' español

A Jérôme Cahuzac le cazaron por la voz. Durante años, el exministro de Hacienda francés negó ser el autor de una frase -registrada en una antigua grabación telefónica del año 2000- que le vinculaba a una cuenta secreta en Suiza. El pasado mes de marzo se vio forzado a dimitir, acusado de un combo de delitos: blanqueo de dinero, fraude fiscal y tráfico de influencias, entre otros.

Nadie había podido demostrar que era culpable hasta que la policía científica de Lyon recurrió a Batvox, un programa informático desarrollado en España y basado en la biometría de la voz que está alcanzando fama de infalible entre los principales servicios de inteligencia.

Lo utilizan las agencias y los Gobiernos de medio mundo. En total, 35 países, entre ellos Estados Unidos, México, Colombia, Brasil, Reino Unido, Francia y España. Lo probó por primera vez la Guardia Civil, pero ya es una herramienta cotidiana en el Pentágono, donde la CIA ha incorporado el software en sus procesos rutinarios de inteligencia, con causas tan cruciales como la lucha contra el terrorismo internacional.

En general, la biometría es un método científico que permite reconocer seres humanos a través de sus rasgos personales: en el caso de Batvox, la voz. Cuando se enfrentaron a Jérôme Cahuzac, los peritos sólo necesitaron comparar la grabación telefónica original con un discurso cualquiera del político. Tras analizar las huellas vocales en las muestras de audio, el algoritmo del software no dejó lugar a dudas. Era él.

El éxito de la T4

“La voz de las personas es como las huellas dactilares, es única. Un imitador puede engañar al oído humano, pero no a la máquina”, explica a Teknautas Javier Castaño, uno de los socios de Agnitio, la empresa con sede en Madrid que desarrolla y comercializa este programa concebido inicialmente por un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y que se ha convertido en el líder indiscutible del mercado. “Batvox probablemente es el mejor porque es tan preciso como cualquiera, pero además es mucho más rápido que cualquiera”.

El ejemplo del exministro francés es sólo un caso entre cientos de miles, aunque Castaño no puede contar todo lo que sabe: se metería en problemas. Ni siquiera puede nombrar, una por una, todas las agencias de inteligencia con las que trabajan. Sus clientes se juegan cada día la seguridad nacional, y programas como Batvox tienen cada vez un papel más relevante.

En España, fue este software el que abrió una pista que finalmente sirvió para la detención de uno de los miembros de ETA que había participado en el atentado de la T4 de Barajas, el 30 de diciembre de 2006. "Se analizó la voz de la llamada mediante la que se recibió la amenaza de bomba. La Guardia Civil pudo demostrar y utilizar esa prueba", explica Castaño.


Igual que se toman sus huellas dactilares, en la Guardia Civil se está generalizando también la grabación de la voz de los delincuentes fichados. "Gracias a esa base de datos se pudo extraditar a España a un terrorista desde Argelia. Anteriormente, se le había detenido por algo que no tenía nada que ver, menudeo de drogas, pero salió a la calle a los dos días. Entonces, en un caso posterior donde se investigaba algo sobre terrorismo islámico apareció una voz extraña. Se demostró que era la misma persona".

En otra ocasión, cuatro policías malayos se presentaron en las oficinas de Agnitio. Aún no eran sus clientes, pero había estallado un problema en su país y les necesitaban. "Había aparecido en Youtube un vídeo donde un juez del Tribunal Supremo aparecía negociando el nombramiento de otro magistrado, haciendo cosas que no debía. El juez se reconoció físicamente, pero dijo que no era su voz. Fue un escándalo en Malasia", cuenta Javier Castaño. Por supuesto, Batvox demostró que era él quien hablaba.

La pequeña empresa española, que cuenta con 30 trabajadores y acaba de abrir una nueva oficina en Washington, colabora por las distintas fuerzas de seguridad ofreciendo asesoramiento técnico y coaching a los peritos policiales. A cambio, los servicios de inteligencia les ayudan continuamente a mejorar el programa. Un intercambio justo. 

Alta fiabilidad

En la primera generación del software, el programa no era perfecto. Ahora, superada la cuarta, su fiablilidad es prácticamente del cien por cien. "La certeza es muy alta, aunque siempre depende de la calidad del audio o del ruido...", señala Javier Castaño.

Además de seguir vendiendo su producto a las policías de todo el mundo, Agnitio se propone ahora diversificar su algoritmo de biometría de la voz con nuevas aplicaciones comerciales. En su punto de mira está ya el mercado de los móviles, donde el software puede ser muy útil a la hora de autentificar transacciones bancarias y compras online o incluso para sustituir a las contraseñas como el método tradicional para reconocer al dueño de un dispositivo.

Con el paso del tiempo, Batvox le ha hecho justicia al animal en que se inspiró su nombre: los murciélagos, cuyas hembras son capaces de identificar a cada una de sus crías en la más completa oscuridad, el mismo punto donde arrancan la mayoría de investigaciones policiales.
 
URL del Video: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Tk79qxEFyv8 

David Pérez
 
 
Tomado de http://www.elconfidencial.com

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