miércoles, 3 de abril de 2013

Armas rusas para combatir islamistas en Malí

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El Gobierno de Malí muestra interés por el armamento de Rusia. El Estado africano quisiera comprar una partida de helicópteros, carros blindados de infantería, aviones de combate  y armas portátiles de tiro.

Los expertos están seguros que el respectivo contrato será concertado pronto. Moscú podrá obtener  dividendos económicos y políticos.
El gobierno de Malí pide a Rosoboronexport armas para su ejército. Este material de guerra es necesario para combatir a los islamistas, lucha que se lleva a cabo con la ayuda de Francia y de una serie de países africanos. Entre otras cosas, se trata de los helicópteros de fabricación rusa Mi-35 y Mi-17, aviones de combate y de transporte, carros blindados de infantería BTR 80, radares antiaéreos, así como armas portátiles y municiones. Mijaíl Jodarionok, redactor jefe de Correo Militar-Industrial, comenta la situación:
—No es un secreto que en Malí ahora se dé una situación muy tensa. Y sigue pendiente la cuestión de hacia qué lado se inclinará la balanza. Rusia está absolutamente interesada en que Malí conserve su estabilidad política e integridad territorial y que el país centroafricano no se convierta en una presa de los islamistas. Además, Rusia tiene intereses en países vecinos de Malí. Por eso, la cuestión del suministro de helicópteros y carros blindados será resuelta, a mi juicio, positivamente. Y como me parece, los acuerdos sobre estas cuestiones pasan ya a un plano práctico.
La lucha contra los radicales en Malí es dirigida por los militares franceses. A pesar de esto, los expertos resaltan que París no se opondrá que se firme un contrato sobre entregas de armamentos de fabricación rusa. Por el contrario, Francia apreciará este paso de Rusia como aporte a la operación internacional contra los islamistas. Es más, este contracto permitirá a Moscú fortalecer sus nexos con África en su conjunto. De esta suerte, la firma del contrato proporcionará a Rusia dividendos no solo económicos sino asimismo políticos, considera Anatoli Savatéev, colaborador científico del Instituto de Estudios Africanos:
—El retorno a África, a mi entender, es así como hay que comprender este hecho indispensable. Es preciso mostrar al mundo nuestra aspiración. Y esto es imprescindible para Rusia. No me refiero a los aspectos económicos. Esto concierne, en primer lugar, a la conciencia de Rusia. Aquella Rusia que continúa las tradiciones de la URSS que siempre ayudaba a los débiles, humillados y ofendidos.
Vale la pena añadir que Moscú y Bamako cuentan ya con experiencia de cooperación en materia del material bélico. En septiembre del año pasado, fue concertado el contrato sobre el suministro a Malí de tres mil fusiles automáticos Kaláshnikov y trescientas ametralladoras con municiones por un importe de casi doce millones de dólares.
vs/as/er

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